Quise descifrar esa escritura. Memoria desgarradora de un lenguaje.
a.l
Hypnos, en vísperas de que algún profeta apareciera extendiendo lengua y augurios, dijo inmemorable a los indoeuropeos [el episodio se desliza fragmentado]: “En las postrimerías del primer tiempo un tigre alado surcará el cielo. Anunciará designios”. La escena se registra en estos apuntes que, con escasa cordura, ahora escribo; otros anotarán desasistidos, perdidos en paisajes ignotos, nada legibles. La retórica de Hypnos regurgita en memorias atribuladas, ruptura en la hermosa línea de la vida: “Se sabrá, sentenció el dios entonces, que el fin total es treta humana. Habrá urdimbre inversa, distendida hasta que aparezca nuevamente el tigre alado. Los creadores de la argucia sufrirán infortunios. Sus animales, alevosamente amaestrados, ostentarán la forma de arios vengativos. El águila de Haast será la primera en cometer asedios”.
Imágenes: Intervenciones digitales realizadas por José Rafael Álvarez
Compartir