La venganza de los Andes

Preocupadas por el olvido de los seres humanos que habitan Los Andes, las malignas deidades, cuyas historias de maldades habían sido reemplazadas por las de seres sobrenaturales venidos de más allá de sus montañas y del lago/mar interior, decidieron vengarse de ellos. Reunidos en la cumbre del Sajama, el Tío tomó la palabra: “En las ciudades ya nadie habla de nosotros y en el campo nuestras leyendas van desapareciendo, día a día, con la invasión de la televisión y la colonización del internet, los niños y niñas prefieren a esos engendros apócrifos que a nosotros. Se olvidan que, por un vampiro forastero, nosotros tenemos un anchanchu; por una sirena, una mekhala; nosotros somos más auténticos y perversos que esas imitaciones”, todos quedaron en silencio hasta que una China Supay preguntó: “¿Acaso ellos tienen un Khari-Khari?, un demonio comemanteca humana” Todos movieron la cabeza negativamente. La sabia Ñatita, la más vieja calavera de los chullpares, recomendó: “Tenemos que confundirnos en el interior de cada uno de los seres humanos, para revelar desde sus entrañas sus peores instintos infernales, mostrarles que ellos, los humanos, son los verdaderos monstruos y cuando se descubran recordarán nuestros nombres malditos intentando justificar sus diabólicas acciones”.



Homero Carvalho Oliva

Imagen de portada: Alfredo Nunes, Perfil I, de la serie Perfiles (2022). Tinta china sobre cartulina, 22,5 x 8 cm. 

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