Hay mujeres vendiendo veneno
mientras los ciegos apalean a los visionarios.
Niños monstruo lamen helados
mientras sus madres regurgitan blasfemias.
Caballos mansos relinchan gritos
de cuando eran salvajes.
Aves de la carroña limpian la ribera
del río de cadáveres.
Y cuando se apagan los fuegos de las antorchas
solo queda un paisaje negro de agua podrida
y futuros esclavos
que han conseguido nadar hasta el otro lado.
Mañana la frontera
seguirá decidiendo entre el caos
y el mundo civilizado.
Imagen de portada: fotografía de Julio Prado