No está en venta

Fui negado de un rostro. Los matasanos alegaban que era peligroso que tuviese uno. Naturalmente, herví en ira ante la noticia y maté a mi padre.

Abandoné mi hogar al ser perseguido por la ley, y con el paso de los años, embozado en mi vergüenza, rondé por el mundo, admirando vitrinas de rostros para la venta. Los imaginé en el vacío de mi cara; soñaba con las sonrisas que regalaría al ser amado, el ceño fruncido por la extrañeza o la exclamación de mi lengua ante la maravilla.

Intenté comprar alguno con monedas mendigadas. Al no tener rostro, mis derechos eran inexistentes como mi honradez. Me recomendaron viajar a la Isla de los Sin Rostro, el único bastión de los parias. Ese insulto rememoró cicatrices y lo que sucedió después fue inevitable.

Luego de deshacerme del encargado de la tienda, embolsé los rostros que iba consiguiendo; y no conforme con eso, comencé a arrancarle los suyos a cada transeúnte de la avenida. El saco pesaba, pero logré, nuevamente, huir de la ley.

A mi llegada a la Isla de los Sin Rostro, los repartí. Ahora jugamos entre nosotros, intercambiando nuestras caras como si fuesen baratijas sacadas de la basura.



José Miguel Mota

Imagen de portada: fotografía e imagen intervenida digitalmente por José Rafael Álvarez.

6 comentarios en «No está en venta»

  1. Muy bueno, mucha imaginación. Sigue escribiendo hechos fantásticos y tan irreales que hasta podrían colocarse en imágenes de películas, con gran éxito.

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  2. “Los matasanos decían que era peligroso que tuviera uno” eso me causa mucha intriga.

    Relacioné a los sin rostro como las personas desplazadas, migrantes, que frecuentemente carecen de derechos y que por ello, pueden hacer muchas cosas por obtener sus derechos.

    Qué bueno cuento. Saludos.

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  3. Candorosamente triste y aterrador…
    Por un instante fugaz tus líneas me llevaron a los zapatos y a la piel de cualquier excluido o segregado y lo que debe sentir:
    mezcla de dolor, tristeza y náusea ; es por ello que su fin último es reunirse con excluídos tambien y jugar a que se tiene lo añorado.
    Pero eso añorado , termina siendo basura !
    Excelente relato !

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