Medio desnuda, fingió dormir recostada en la butaca porque sabía que la vulnerabilidad es el más preciado bocado del poderoso. Perseo, excitado, se acercó y, con la espada, descuidando el escudo, comenzó a desprender la delgada túnica. Ella, veloz, le arrebató la protección y concedió, a las golosas serpientes que cubrían su cabeza, el goce de morderlo antes de convertirlo en piedra. Usar la cabeza es importante, dijo, vengando, así, la injusticia de una sola sierpe que empoderó al predador y condenó a las mujeres que bailan desnudas, tomadas de las manos en los bosques, a la hoguera.
Imagen de portada: imagen intervenida digitalmente por José Rafael Álvarez.
«la vulnerabilidad es el más preciado bocado del poderoso »
un mantra, una historia, filisofia express
unas líneas que en sí misma encierran la historia de las historias-
Muy bueno !