Era el año 3492. Desde Marte ordenaron una misión a la Tierra para rescatar el cuerpo.
Cuando uno de los expedicionarios comunicó a su pareja, aficionada a la arqueología terrícola, que iría al antiguo planeta azul a buscar la momia, el diálogo fue así:
—¿Buscarás a Napoleón?
—¡Qué va! Buscamos al otro —replicó.
—¿A Washington?
—¡Qué ingenuidad es esa!
—¿A Bezos, entonces, a Zimmerman? ¿Acaso a Wang?
—¡Por favor!
—¿Al tirano?
—Todos lo fueron.
Al fin la encaró. Fue directo:
—Buscamos al que no se podía nombrar.
Ella sonrió, comprendiendo la dimensión de la aventura.
Andrés Felipe Osorio
Escribir un microrrelato significa verter un río en una botella. Escallar y dejar entrever. Es un género lleno de silencio. Tal vez por todo eso se parece mucho al fracaso y sonríe con cierta ironía.
Imagen construida a partir de una fotografía de Claudia González A. y la obra We used to live there de Frank Moth @frankmoth
Latinoamérica tiene unos cuantos Innombrables…
Tan propios , tan nuestros,
que son parte de nuestra identidad.
Me gustó !