No siempre lucieron así, están cargadas de historias y recorridos. Me acompañaron en la carrera universitaria. Fuimos a toques y otras movidas nocturnas por Caracas. También tuve que pegar carreras con ellas cuando en reiteradas oportunidades me querían atracar por El Paraíso y Chacaíto.
Ese par conoció todas mis emociones, me sostuvo en las injusticias y guarda en secreto mis pasos por los matices del amor. Las usé tanto que, en los años de crisis, se convirtieron en mis únicos zapatos. En las noticias llegaron a comentar que la situación era tan crítica porque el venezolano vestía y calzaba roto, además del hambre. Allí estábamos en esa estadística.
Los compañeros del canal se burlaban de las suelas rotas. En esos años duros la gente sacó lo peor de sí. Fui a un talabartero y me las dejó casi como nuevas para luego enfrentarnos a los apagones. Caminamos desde Altamira hasta La Candelaria día y noche.
En 2020 se despidieron, fueron casi 10 años juntas. No conseguí un modelo similar…
Mis testigos en silencio, ¡gracias por todo!
“Si enfrentarse a una página en blanco es retador, al microrrelato mucho más.”
Imagen de portada: fotografía de Robianna de la Parra
Que placer encontrarte por acá
Esas líneas sobre tu historia y tus botas son sublimes…!
Robianna con botas !
Profesionales de la comunicación como tú , con ese Universo sensorial en mix con el académico, deberian reproducirse por generación espontanea en esta nuestra Venezuela tan manoseada como amada
Te abrazo, te felicito de este lado de la pantalla !
Me encantó ” Testigos en Silencio ”
Gracias paciente preferida !
Mi querida Dra/Escritora, gracias por sus palabras, la quiero gigante 💛🌻