Estamos acostumbrados a vivir y a ver la muerte con temor, como si con ello pudiésemos evitar que nos tome en sus brazos y nos lleve a otro destino que, presumimos, está apartado de todo bienestar en un ambiente sombrío y aterrador.
Mucho se ha escrito sobre su arribo, sobre la forma como nos corteja y seduce para que la acompañemos, quién sabe a dónde realmente. En algún momento su rapto será inevitable, nos llevará, querámoslo o no.
Es posible que el miedo se deba a que, en la mayoría de los casos, cuando ella viene a buscarnos debemos abandonar todo y padecer, aunque siempre se sufre cuando se deja algo que se quiere.
¿Para qué resistirnos entonces y aferrarnos a lo que llegó a su fin?
Recibámosla, como quien recibe a la mujer amada. Seguramente, como toda mujer deseada y querida, dará lo mejor de sí… así tengamos que sufrir.
Es nuestra alternativa para estar serenos ante lo único inexorable en nuestra existencia.
Fotografía: Zacarías Santorini
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Efectivamente la muerte llega » como un ladrón en la noche » de la misma manera como los Católicos dicen que llegará Jesucristo en su segunda venida ( parusía ). Mejor dejarse llevar por las cosas buenas que nos da la vida y que el momento culminante llegue sorpresivamente para conocer el otro mar que nos acecha.
Muy bueno Zacarías !
Graham, gracias por su apreciación y por sus comentarios!
El optimismo forma parte del arte de vivir e inclusive si de la muerte se trata; verla de esa manera cuando viene a robarnos «como un ladrón en la noche» puede resultar hasta reconfortante.
Cordialmente,
¿Sera que tanto la Vida como la Muerte son femeninas hace Ud esa bellisima analogia de » recibir a la muerte como una mujer deseada y querida «?…
Mi concepción de la muerte es que es un Nirvana…( de hecho la espero tranquila,y hasta con cierta ansiedad )…y no porque no ame la Vida, sino porque pienso que es un estado de placidez inexorable ( robándome esa preciosa palabra ) , donde me reencontrare con seres plenos y yo seré uno de ellos..
Hermosas líneas
Gracias por concebirlas…
No tengo mucho más que agregar, si algo me faltaba usted lo escribió, solo me resta decir que me complace haber podido estimular ese sentido comentario. Agradecido.