Un final feliz

Cansado de terminar muy mal y de tener siempre una pésima publicidad, el lobo decidió salirse de las páginas de la literatura infantil y meterse en el set de películas pornográficas.

 



Rafael Rondón Narváez
Si para mí la literatura como lector siempre ha sido el espacio para entrar en la otra realidad maravillada, creo que la brevedad de ciertos poemas y del microrrelato es idónea para lograr ese alumbramiento donde se conjugan en un instante la bondad de una técnica verbal y el abismo cercano al místico. Una extraña paradoja de decir para guardar un sabio silencio después.

Imagen de portada: El lobo disfrazado, ilustración de Gustave Doré (grabado de 1870) para el cuento de Charles Perrault intervenida digitalmente y puesta en serie por José Rafael Álvarez.

1 comentario en «Un final feliz»

  1. El malinterpretado y nunca comprendido Lobo desde los tiempos de Caperucita…
    Tuvo más público en videojuegos como un personaje ” Fox ” azul y amigable
    Después de esta nota de micrrelato y su acertado cambio de set, tiene asegurada su reinvindicación definitiva.

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