El viejo sanatorio
Ahí están ellos, a los que les gusta la gente. Los demás están en el cementerio. Ibeth Guzmán Imagen de portada: fotografía de Luis Chacín, Escuela de Enfermería de la UCV, antiguo Noviciado Corazón de Jesús, Caracas (2018).
Ahí están ellos, a los que les gusta la gente. Los demás están en el cementerio. Ibeth Guzmán Imagen de portada: fotografía de Luis Chacín, Escuela de Enfermería de la UCV, antiguo Noviciado Corazón de Jesús, Caracas (2018).
Preocupadas por el olvido de los seres humanos que habitan Los Andes, las malignas deidades, cuyas historias de maldades habían sido reemplazadas por las de seres sobrenaturales venidos de más allá de sus montañas y del lago/mar interior, decidieron vengarse de ellos. Reunidos en la cumbre del Sajama, el Tío …
Los añorantes, los expatriados, quienes hemos vivido por decenios lejos de la ciudad que nos vio crecer, en ocasiones sufrimos desdoblamientos: el alma se separa de nosotros y regresa a aquel lugar. La mía lo hacía con frecuencia, repasando los rincones del idilio, el perfil de las montañas, los mediodías …
Así los escalones de una vida en Caracas. Maltrechos, impúdicos, dispuestos a proponer la caída. Estos de la foto —el taxi demoraba, me había cansado de tanto cielo, miré a ras— son de un adentro que muy a su pesar guarece. Más allá la acera, la calle, unos árboles esquivos, …
Bastó un golpe para volar la cabeza del abuelo. Limpió un poco, escondió el martillo y contó las monedas. Las envolvió en un pañuelo. Ya vengo, dijo. Nadie le preguntó a dónde iba. Supo que había llegado por el bochinche. Gente moviéndose como hormigas, olor a fritanga, voces de tres …
Cómo atesorar los olores como no sea volviendo a ellos de súbito, en una esquina, asomándonos a un armario, abriendo las hojas de un libro, sintiendo la tierra después de la lluvia, entrando a un vestíbulo de madera. Reconozco las exhalaciones de muchas épocas al encontrármelas sin aviso, y regreso …
Recibía mi ingenuidad provinciana una madrugada de 1987. El Malibú blanco de asiento corrido, que asumí robado del set de Mi bella genio, se abría por La Planicie como estrella de Belén en cielo titilante. Aún lo desconocía, pero su condición bipolar que imanta como expulsa sería de ahí en …
Ese día el maestro Pedro Narváez estaba junto a mí en el Cementerio General del Sur. Cuando iban a descender el ataúd, algunas personas le recomendaron al viudo que lo llamara para que pronunciara algunas palabras. Era toda una institución y conocía bien la trayectoria de la difunta. El viejo …
Cuando tu oficio es en las alturas, siempre tienes la mirada ahí. Al pasar, veo a quienes fueron mis compañeros de trabajo; sin importar la distancia, distingo a cada uno. De regreso está sólo Melecio; alzo la mano, espero segundos que puedo ir contando y él alza la suya. Sin …
24 de mayo de 2022: El caído Están descuartizando al caído, se escuchan golpes secos y el rumor del serrucho. Vivo en una de estas torres de ecosistema privilegiado y me duele cada árbol que se cae en Sans Souci. Anoche fue el de El Pilón. Mi amiga del piso …
No siempre lucieron así, están cargadas de historias y recorridos. Me acompañaron en la carrera universitaria. Fuimos a toques y otras movidas nocturnas por Caracas. También tuve que pegar carreras con ellas cuando en reiteradas oportunidades me querían atracar por El Paraíso y Chacaíto. Ese par conoció todas mis emociones, …
Durante la mañana, el árbol se cubre de los turquesas, amarillos, verdes o rojos de las guacamayas. Del marrón con un atisbo de gris y marino de las guacharacas, o el arena dorado de dos hermosos gavilanes. Hay cientos de tonalidades de verdes que se asoman de lejos. Pero el …
Unos parten sin reparo aunque no pueden olvidarte, otros no dejan de extrañarte pero tú ‒incondicional‒ esperas con tu alegría, tus caricias y, como es natural, algunos sinsabores. Mientras tanto, tu mejor estampa los acompaña para mitigar la lejanía. Zacarías Santorini Imagen de portada: fotografía de Zacarías Santorini
Suelto el teléfono, harto de los mismos comentarios: “Como Caracas no hay dos y yo tan lejos”, “en Caracas ya no se puede vivir”, “es un pueblo grande”, “es la ciudad más amable de todas…”. ¿Cuántas Caracas hay? ¿Somos lo que queremos ser o somos lo que nos dejan ser? …
A mi ciudad natal, Caracas. A una cuadra de la puerta principal de la escuela pública República de Bolivia, su madre se sacudía con ímpetu los zapatos y, en acto casi automático, sacaba del bolsillo de su vestido un pañito húmedo. Agachada y con maternal esmero limpiaba el polvo del …
La única condición para disfrutar la soledad de la casa de la abuela, era acompañarla todas las tardes a la iglesia ubicada frente a una gran estatua de un indio semidesnudo. Pero eso me interesaba poco porque el resto del día podía dedicarlo a mi obsesión: la Segunda Guerra Mundial. …
Caracas, Av. Este 2 con Sur 25. Cuando paso cerca de ellas las escucho murmurar: —Nos regalaron una calle. —Que no lleva a ninguna parte. —Tenemos una bonita estrella. —Siempre a punto de apagarse. —Recibimos viajeros del mundo entero. —Forasteros ajenos al Gran Oriente. —¿Y este rostro que nos dieron?… …
Filippo llegó a Caracas en 1952 con una maleta de cartón, casi vacía. Logró comprar un carrito de perros calientes y establecerse en la Plaza Francia de Altamira. Cuenta Antonio, su hijo, que los primeros clientes “…descartaban el pan y le daban la salchicha a sus perritos. Los caraqueños de …